jueves, 16 de octubre de 2014

LA VOLUNTAD


A parte de la imaginación que expliqué superficialmente en la entrada pasada, existen otros elementos que deben configurar el entrenamiento del mago, uno de ellos es la Voluntad, que es, en opinión de muchos, lo más importante, porque es la fuerza o potencia que tiene un deseo para plasmarse en la realidad fenomenológica.

La frase fundamental de thelema formulada por Crowley, "haz tu voluntad será el toda la ley" es todo rechazo a una autoridad externa al mago, también da algunos indicios de antinomismo, una característica que debe ser importante en el camino individual del mago, fuera de cualquier secta, orden, grupo o religión. Como bien formuló Crowley en Magia(k) en Teoría y Práctica 

cada hombre y cada mujer es una estrella. Esto equivale a decir que cada ser humano es intrínsecamente un individuo independiente con su propio carácter y su propio movimiento.

Sin embargo descubrir qué es la voluntad verdadera es quizás lo más difícil ya que todos estamos encarcelados por el ego y éste nos complica la visión del mundo, nos convierte en seres complicados, llenos de "falsos deseos". Recordemos que la voluntad es aquella trayectoria en la vida que nos muestra un camino en la vida por el que nosotros debemos recorrer y que está conforme a nuestra unidad de deseo. Como nos muestra Crowley en su ya citado Magia(k) en Teoría y Práctica 

Un hombre que está haciendo su verdadera voluntad tiene la inercia del universo a su favor. [...] El primer principio de éxito en la evolución es que el individuo debe ser fiel a su propia naturaleza, y al mismo tiempo adaptarse a su entorno. -en otra parte nos dice- Un hombre puede pensar que es su deber actuar en cierta manera, por causa de haberse hecho una imagen fantasiosa de él mismo, en vez de investigar su propia naturaleza real. Por ejemplo, una mujer puede hacerse miserable a ella misma por toda su vida pensando que prefiere el amor a la aceptación social, o viceversa. Una mujer puede quedarse con un marido antipático cuando en realidad estaría feliz en un altillo con un amante, mientras que otra puede engañarse a sí misma con un metejón romántico, cuando su único placer está en dirigir funciones aceptables. También, el instinto de un niño puede decirle que vaya al mar, mientras que sus padres insisten en que se convierta en doctor. En ese caso va a ser tanto ineficaz como infeliz en la medicina [...] En la vida práctica, un hombre que hace lo que su consciencia le indica que está mal va a hacerlo muy torpemente, por lo menos al principio.

Lo que se debe eliminar en principio es todo aquel comportamiento que consideremos innecesario, como las manías, por ejemplo. El hecho de estar hablando y moviendo el pie, o mordernos las uñas. Los miedos -el miedo nunca se pierde pero sí se puede dominar y controlar-, los gustos, rutinas, etc. La eliminación de estos comportamientos de nuestra conducta nos convierten en un ser espontáneo y nos permiten realizar nuestra vida plenamente y nuestra meta espiritual no se enturbia. Por ejemplo, podemos ver en analogía el comportamiento de los animales en estado salvaje, que hacen lo que quieren, sin importar lo que pase debido a que no poseen conciencia moral que explicaré en otro artículo. La conciencia moral son normas creadas a posteriori y no pertenecen al estado natural del hombre; sin embargo podemos ver que cuando se alcanza la verdadera voluntad aparece en el hombre una moral nueva sin los condicionamientos sociales creados por la cultura. Platón hablaba sobre esto en la siguiente frase la belleza y el bien son innherentes al espíritu del hombre. Fuera de él lo que se hallará es mal. Todo lo bello pertenece al espíritu, como todo lo bueno. 

Cuando la voluntad no se dispersa hacia varias metas -a lo que me referí cuando escribí sobre falsos deseos- logramos la unidad de deseo. Hemos desarrollado, entonces, la voluntad mágica. Con la voluntad mágica exploramos otras realidades, donde hallaremos la magia y todo lo que contiene la imaginación. 

La voluntad mágica requiere detener la mente por completo. Cuando uno posee una creencia, un deseo, etc, lo que hace es debilitar la voluntad. Los magos a través del tiempo han desarrollado diferentes técnicas para sacar la voluntad de estas disipaciones. Por citar algunos: Austin Osman Spare trascendió la cultura estética buscando placer en aquello que es comúnmente desagradable y repelente. Aleister Crowley por su parte adoptó varias personalidades, contrarias entre sí, y diferentes opiniones. Por ejemplo, el equilibrio mental, donde se evoca lo contrario a cualquier pensamiento que pueda surgir. Es recomendable para romper cualquier hábito que pueda aparecer. Castañeda tenía el método de borrar toda la historia personal, es decir, perder la autoimportancia de los actos de uno mientras se tiene presente que va a morir, y el "autodenominado Rosa Cruz" John Baines, autor de los Brujos Hablan, también recomendó muchos métodos como el eliminar todo movimiento innecesario del cuerpo, mientras siempre se debe estar consciente de sí mismo.

Cuando la voluntad se libera de las mareas del ego el cuerpo puede actuar creativamente. Esto es conocido como la Iluminación en el budismo zen. También puede ser utilizada para propósitos mágicos utilizándose sobrenaturalmente. 

Spare dice que la energía liberada de toda creencia (destruyéndola u oponiéndola entre sí) ofrece resultados mágicos cuando se proyecta a la subconsciencia en un momento en que la conciencia se encuentre alterada, como en un estado de vacuidad sexual o cansancio extremo. Crowley muestra que los yogas lo que buscan es desconectar la mente consciente. Asana y Pranayama eliminan la sensación del cuerpo, Pratyahara, Dharana y Dhyana detienen la mente y la conciencia se aniquila en Samadhi. 

La meta de entrenar la voluntad es silenciar la mente por completo para que la fuerza completa de la voluntad salga de la marea del subconsciente personal a la superficie de la conciencia. Nos revela un sentido de dirección o verdadera voluntad y los medios para el éxito. 

Este artículo fue ampliado a partir de uno de Peter Carroll en inglés, llamado también, Voluntad. 

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