viernes, 8 de agosto de 2014

ALGUNAS DEFINICIONES Y UNA VISIÓN GENERAL SOBRE LA MAGIA - W. E. BUTLER


En este mundo imperfecto, donde es tan fácil entender mal o ser mal entendido, es necesario, cuando se escribe sobre un asunto tal como la magia ceremonial, definir cuidadosamente los propios términos. Pero antes de dar alguna definición, tratemos sobre las ideas de la Magia popularmente aceptadas. Haciéndolo así podemos cortar mucha de la maleza obscurecedora del pensamiento, como uno podría aclarar la vegetación tropical alrededor de algún templo azteca escondido, y revelar así sus verdaderas proporciones y apariencia.

El símil es adecuado, porque el templo de la magia ha sido tan cubierto por el crecimiento de pensamiento supersticioso y no uniformado a lo largo de las edades que, en el mundo Occidental al menos, su verdadera apariencia y naturaleza se ha perdido. Sólo entre los ignorantes y supersticiosos por una parte, y cierto núcleo de magos instruidos e informados por la otra, ha sido retenida alguna idea de la verdadera naturaleza de la magia, y en el primer caso esa idea ha sido tristemente distorsionada y guarda muy poca relación con los hechos reales.

Tal como nos informan los estudiosos de la arqueología y los exponentes de la religión comparada, la magia se retrotrae a los comienzos mismos de la vida humana en este planeta. Todos los sistemas de religión, con la excepción probablemente de ciertas sectas protestantes y los budistas del Sur, han hecho uso, en uno u otro período de su historia, de la magia ceremonial. Los que estén interesados en el aspecto histórico del asunto encontrarán obras de reconocidos expertos en la materia relacionadas al final de este libro, destacando Sir James Frazer cuyo Golden Bough (La Rama Dorada) es un clásico.

Si se estudiasen cuidadosamente estas autoridades, se observaría que, hablando en general, cada religión siguiente asimila lo mejor de la religión a la que sucede, y el resto se deja al populacho ignorante y a aquellos sacerdotes de la antigua religión que no se conforman a la nueva. Según se va organizando la nueva religión, comienza a perseguir lo que queda de la antigua, y este resto es enterrado.

Tal estado de cosas surgió cuando la Cristiandad emergió de su infancia, y llegó a ser la religión dominante del Oeste. La religión antigua se desintegró, y la Iglesia Cristiana absorbió mucho de su filosofía y ritual, penetrando gradualmente en todos los niveles de la sociedad, hasta que los únicos seguidores de la antigua religión fueron los rústicos, los habitantes de lugares aislados. Estos rústicos o pagani, inexpertos en la filosofía de su religión, mostraban un semblante distorsionado de ella. Siempre en la sombra, fueron a menudo cruelmente perseguidos, pero sus miembros fueron reclutados constantemente de muchas fuentes, incluyendo aquellos que se rebelaron contra la autoridad Papal.

Cuando, sin embargo, el impulso renacentista empezó a hacer posible romper el yugo de Roma, las piadosas Iglesias Reformadas fueron tan crueles como lo había sido Roma en la persecución de brujas, hechiceros y magos. La historia de Europa desde el siglo XI al XVII se hace difícil de leer. Con el emerger de la "Era de la Razón", la creencia popular en el maligno poder del mago empezó a desaparecer. Concurrentemente, al menos en círculos Protestantes, la creencia religiosa empezó a deteriorarse en un formalismo con muy poca fuerza conductora.

Este nivel muerto de mediocridad alcanzó en Inglaterra su más alto nivel del agua en los tiempos Victorianos, cuando la ciencia física, expresada por uno de sus más grandes exponentes, declaró "que no hay lugar para los fantasmas en el universo", y el Presidente de la Sociedad Real dijo, "En la materia veo la promesa y potencia de toda vida". Pero con el incrementado conocimiento del universo que nos han deparado los desarrollos modernos de la ciencia, tales ideas han tenido que ser considerablemente revisadas, y los físicos modernos tales como Jeans, Eddington o Einstein, han propuesto una idea de la naturaleza y un propósito del universo que pueden ser aceptados rápidamente por el mago. Teniendo en cuenta la diferencia terminológica, él ha estado diciendo la misma cosa durante siglos.

Es sin embargo con la escuela moderna de psicología, más particularmente con esa presentación de ella que se halla asociada al nombre de C. G. Jung, que el mago encuentra su vínculo más estrecho con el pensamiento moderno. Por ese curioso balanceo del péndulo mental llamado enantiodromía y notado primeramente por Heráclito, aquello que ha sido reprimido y llevado a los subterráneos empieza ahora a florecer al aire libre, para desmayo manifiesto de las comunidades ortodoxas.

Pero aunque reprimida y perseguida a lo largo de las edades, la Magia nunca ha cesado de existir en el mundo de Occidente. La Iglesia Romana adaptó hábilmente mucho de la magia antigua para servir sus propios propósitos, pero detrás del escenario la tradición mágica corrió como uno de los ríos subterráneos, emergiendo aquí o allá a la luz del día, y desapareciendo de nuevo bajo la superficie.

Una de estas emergencias fue la Orden del Temple, cuyos miembros, los Caballeros Templarios, han sido limpiados de mucho del odio lanzado sobre ellos por sus perseguidores; los Albigenses en Francia fueron otros; los Hermanos de la Cruz Dorada y Rosada, los Illuminati, los Magnetistas, los Teósofos, y las numerosas Ordenes Mágicas y Fraternidades que aparecieron en la última mitad del siglo XIX fueron otras. De éstas, la más famosa e iluminadora desde nuestro punto de vista es la Order of the Golden Dawn (Orden de la Aurora Dorada). Fundada sobre un origen que se declaraba Rosacruz, llevó todas las corrientes mágicas a una síntesis magnífica y, a pesar de muchas vicisitudes y divisiones, aún permanece como la fuente capital de la tradición mágica occidental.

Esto por lo que respecta a la visión general del campo mágico. Ahora nuestras definiciones.

Mi diccionario me da esta definición popular de la magia -"El arte de aplicar causas naturales para producir resultados sorprendentes". Tal definición cubre demasiado campo. Podría ser aplicada por unos salvajes a la radio, o al teléfono, o al aeroplano, ¡Aunque él creería que se hallan en funcionamiento causas sobrenaturales, no naturales! Un mago moderno que ha escrito extensamente sobre el asunto ha definido la magia como "el arte de producir cambios a voluntad". De nuevo, esta es una definición demasiado amplia -incluiría las operaciones de todos los trabajadores, tanto manuales como mentales, que ciertamente producen cambios de voluntad.

En opinión del escritor, la mejor definición de la magia es la dada por otro mago moderno que la ha definido como "el arte de causar cambios en la conciencia a voluntad". Esto se halla de acuerdo tanto con la teoría como con la práctica de la magia, y podemos muy adecuadamente emplearla aquí, con los debidos reconocimientos a su originadora, "Dion Fortune", que era entre otras cosas la Guardiana de una fraternidad mágica bien organizada.

Habiendo llegado a una definición adecuada nos enfrentamos a otra dificultad. ¿Qué queremos decir con "cambios de conciencia"? Nos será por lo tanto necesario considerar (a) qué es la conciencia (b) qué se intenta decir con "cambios" en ella. En el capítulo siguiente consideraremos el punto de vista psicológico moderno de la personalidad humana. Debe recordarse, sin embargo, que la psicología no se halla aún lo suficientemente desarrollada, como ciencia, para ser considerada como un cuerpo unificado de doctrina.
Hay varias escuelas de psicología que difieren en sus explicaciones de los hechos observados. Los seguidores de Freud ponen el mayor énfasis sobre un aspecto de la vida, los seguidores de Jung sobre otro, los pupilos de Adler sobre otro. Se verá que la dirección del escritor se halla en la escuela Jungiana. De hecho, los escritos de C. G. Jung se hallan tan en línea con la tradición mágica, que nos resulta fácil entender la impresión de algunos de sus colegas más materialistas de que él "ha caído en el misticismo". En cualquier caso, los resultados de su caída parecen haber sido satisfactorios desde el punto de vista psicoterapéutico, y es opinión considerada del presente autor que en Jung tenemos al Darwin de la Nueva Psicología. Uno se da cuenta de que no es una opinión

Tomado de "Magia, su Ritual, su poder y su Propósito - W. E Butler"

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