Comenzaremos con las
definiciones. La reflexión filosófica exige claridad, y necesitamos claridad en
este dominio públicamente inexplorado. Sin definiciones precisas cualquiera que
explore este camino en cualquier nivel puede ser llevado en el mar de
malentendidos y confusiones (en especial en la parte sobre las descripciones
históricas del camino de la izquierda y la "magia negra"). La comprensión
exacta de la naturaleza del sendero de la mano izquierda gira en torno a una
teoría precisa del universo en el cual este es percibido. Esta teoría y el
modelo que presenta serán de utilidad en el análisis de las tradiciones del
sendero de la mano izquierda a lo largo de la historia. (1)
El universo es la
totalidad de la existencia, tanto conocida como desconocida. Este es un modelo
complejo, dividido en al menos dos componentes: 1) el universo objetivo y 2) el
universo subjetivo. El universo objetivo es el cosmos natural - u orden
mundial. Es esencialmente mecánico u orgánico, es decir, está regido por
ciertas leyes predecibles que se manifiestan en un espacio/tiempo continuo. El
universo objetivo, incluyendo las leyes que lo rigen, pueden ser equiparados
con la "naturaleza", así como con "Dios" en la tradición
judeo-cristiana. Todas las ciencias naturales, así como la teología ortodoxa se
basan en el concepto de que las leyes del universo objetivo se pueden descubrir
y cuantificar o describir de una manera puramente racional en primer lugar, o
por "revelación divina" en segundo lugar. Cuando se consideran de
cerca, es evidente que lo que se conoce generalmente como "Dios" en
las religiones ortodoxas es en realidad idéntico a lo que se conoce como la
creación – el orden natural/mecánico/orgánico - o cosmos. También podría indicar que se ha producido en general una
distinción popular, pero a veces engañosa entre los conceptos "mecánicos"
y "orgánicos". Por un lado son los mismos porque ambos se rigen en
las leyes predecibles. Un reloj en el trabajo o el cuerpo humano son a la vez
gobernados y sostenidos por ciertas estructuras mecánicas que les permiten
funcionar en sus ambientes. En otro nivel hay una distinción entre lo mecánico
y lo orgánico en donde el modelo orgánico tiene la capacidad de propagar y
transformar las estructuras mecánicas para asegurar su supervivencia. Esto es
posible porque hay mecanismos codificados dentro del organismo expresamente
para este propósito (ADN) y porque la estructura molecular moldeable del
mecanismo permite estas mutaciones.
El universo subjetivo es el "mundo" de cualquier entidad
consciente dentro del universo. Hay tantos universos subjetivos como seres pensantes.
El universo subjetivo es la manifestación particularizada de conciencia dentro
del universo. Por lo general, la experiencia del universo objetivo es solo indirecta, la información relativa tiene
que venir a través del universo subjetivo. Curiosamente el universo subjetivo
no parece estar regido por las mismas leyes físicas/mecánicas/orgánicas del
universo objetivo - de hecho, esta es la principal diferencia entre ellos. El
universo subjetivo tiene la posibilidad de actuar de una manera no natural, es decir, libre de las
limitaciones del mundo de los cinco sentidos y las tres dimensiones.
En este punto, vale la
pena señalar que los términos objetivo/subjetivo no tienen nada en común con la
distinción entre preciso/impreciso o exacto/inexacto en los que el uso popular
podría haber proyectado algo sobre los términos. El universo subjetivo es capaz
de realizar múltiples operaciones mucho más precisas y exactas que el universo
objetivo – la lectura y comprensión de
estas palabras se basa en el ejercicio de una facultad dentro de tu universo
subjetivo. En términos gramaticales simples el tema es el lector, es decir, el
que lee, y el objeto es lo que se lee. El universo subjetivo maneja un amplio
espectro de posibilidades que van desde prácticamente las precisiones absolutas
hasta el engaño casi total, ya que no está limitado por las leyes naturales. El
foco o epicentro de este universo subjetivo no natural se asimila a la
conciencia humana, o alma, o el yo.
El aspecto no natural del alma está claro y,
básicamente, indica el accionar de la humanidad para imponer estructuras
creadas artificialmente en el universo subjetivo sobre el universo objetivo. Todas
las estructuras creadas artificialmente (es decir, las realizadas por el arte/artesano)
son, por definición, algo separado y aparte del cosmos – como las pirámides,
poemas o instituciones políticas. Los animales, muchos de los cuales pueden
tener organizaciones sociales complejas, están limitados por la naturaleza y
por su programación orgánica. La manada de lobos, no importa si está en una u
otra parte del mundo, ahora o hace un millón de años, tiene el mismo orden
social. Pero se mirará en vano tratando de encontrar dos instituciones sociales humanas que sean absolutamente idénticas.
Cualquier cosa que sea producto del universo subjetivo - individual o colectivo
- llevará la marca de variación.
En cada caso determinado del
alma - ese fenómeno del universo subjetivo - implica la existencia de una
primera forma o principio general del que se derivan todas las determinadas
manifestaciones. De la forma más filosóficamente refinada en las escuelas del
sendero de la mano izquierda el primer
principio de inteligencia aislada es identificado como el “Príncipe de las
Tinieblas,” o la máxima deidad del sendero de la mano izquierda. Este es el
arquetipo del Yo del que se derivan todos los seres particulares. Es también un
elemento del universo no natural que pertenece objetivamente al universo mismo.
De esta manera el Príncipe de las Tinieblas puede ser visto como un ser
sensible e independiente en el universo objetivo, porque él es el principio de esa cualidad en el
universo. La humanidad es la única especie que conocemos que comparte esa
cualidad.
Notas:
(1) Una fuente principal de
esta discusión es Michael A. Aquino "Black Magic in Theory and Practice" (San Francisco: Templo de Set, 1987) [= Crystal Tablet of set, pp. 1-61]
Tomado de "Lords of the Left-Hand Path: Forbidden Practices & Spiritual Heresies - Stephen E. Flowers"
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